foto extraida de: http://miclavedesolvega.blogspot.com.ar/2011/10/la-peor-sensacion-del-mundo-es-buscar.html |
Nunca van a volver. Las llamo,
les canto, rezo e imploro porque alguna decida retornar a mis brazos pero nada. Es difícil que vuelvan después de tanto
tiempo. Y es una locura pretender que en una oficina de Libertador Y Ramos Mejía
estén ellas, tomando café en una esquina.
Son difíciles de encontrar y una
vez que ocurre es más difícil mantenerlas junto a uno. Al menor desencuentro se
van tal vez buscando primaveras más verdes y con otro perfume. Y he tenido oportunidad
de amigarme con ellas, pero con obstinado aburrimiento las he defraudado.
Tal vez la vida me regalo un
tiempo de sabanas de seda y almohadas de pluma, olvidándome de aquellos deseos
que sentía aquellas noches de sangre, de furia y gemidos rotos. Esos tiempos quizás
ya nunca vuelvan y lo único peor que su ausencia es tratar de que vuelvan. El
recuerdo de acciones paganas en una noche húmeda de verano, quizás sea una
condena más que merecida. Quizás con eso baste, para atraerlas.
Porque es mi única esperanza. No
quiero recitar prosas alabando a una princesa de un reino muy lejano (que
existe y la amo). El calor de los amantes en este caso no funciona, es demasiado
perfecto demasiado carmesí. Demasiado puro y dichoso para que ellas, mis musas,
se interesen una vez en jugar conmigo.
No. Debo se sarcástico y ruin,
ponerme una máscara de hierro desgastada por los siglos y ser despreciable. Quizás
incluso deba hablar con algunas faltas de ortografía solo para reírme del
idioma mismo. Las seguiré aguardando en este lugar y tal vez su ausencia sea
motivo para las más grandes penurias y los más díscolos sueños.
“Dans la recherche , vous serez accueillis avec une absence”